"... el quinto acuerdo es ser escéptico pero aprender a escuchar,
ser escéptico quiere decir no me creas, no te creas a ti mismo..."
Miguel Ruiz
Miguel Ruiz
Alguno de los días de esta semana estaba paseándome por el departamento de libros de una tienda, echando un vistazo a las cosas nuevas por si alguna de ellas llamaba mi atención. Uno de los libros lo hizo, hablaba de un quinto acuerdo. Ya hace varios años había leído un libro anterior del mismo autor que proponía cuatro acuerdos con uno mismo para lograr paz interior y exterior... ¿un quinto acuerdo?, debo admitir que mi primer pensamiento fue ¡increíble lo que hacen con tal de seguir vendiendo libros!.
Observando ahora a posteriori, esa mi primer respuesta, pienso que era muy probable que me quedara con ella como completamente cierta, y simplemente siguiera adelante olvidando aquel libro (cosa que de hecho sucedió). Pero, ¿en verdad era justa mi apreciación?... no lo sé, pero seguro tenía Prägnanz.
Lo que pasa es que en los días posteriores a ese evento estuve pensando en algunas propuestas de la psicología de la Gestalt desde las cuales he intentado interpretar alguna de las cosas que también he leído y visto en la semana. Explico.
La ley de la Prägnanz propone que los seres humanos tendemos a organizar nuestra experiencia de una manera que sea regular, ordenada, simétrica y simple. Ante una combinación ambigua de experiencias (sucesos previos, conocimientos, pensamientos, emociones, percepciones, hechos, etc.) elegimos UNA forma de acomodarlas que sea regular, ordenada, simétrica y simple. La magia aquí radica en que esta elección ocurre automáticamente, sin nuestra consciencia, y por tanto LA combinación resultante nos aparece como LA ÚNICA posible y real... porque además se siente como real, como LA solución. Me parece que en cuanto tenemos esa sensación de haber alcanzado LA explicación, nos convencemos de que es la verdad, la única explicación, y dejamos de buscar explicaciones alternativas ante esa combinación ambigua.
Cuando vi ese libro que proponía un quinto acuerdo, se agregó a mi realidad un elemento adicional que tenía que ser acomodado dentro de un mundo de experiencias previas, pensamientos antiguos y nuevos... ¿que experiencias o pensamientos previos?, no lo sé por completo, pero se me ocurren muchos libros leídos que no proponían nada nuevo, segundas partes tediosas y repetitivas, escritores de literatura pop buscando ventas y la respuesta de otras personas a esos escritores y sus libros. Ante toda esa ambigua sopa de experiencia, LA solución de: "¡increíble lo que hacen con tal de seguir vendiendo libros!" tenía Prägnanz (¿pregnancia?... así se traduce en el diccionario de la RAE pero no me gusta)... y la sentí correcta.
Ahora, como pueden imaginarse, pues resulta que siempre no seguí adelante... cuatro pasos después decidí regresar y averiguar cual era ese famoso quinto acuerdo: y heme aquí escribiendo acerca de el. Verdaderamente me parece muy interesante e importante la idea de no creer tan fácilmente ninguna idea, percepción o sentimiento. Originalmente los psicólogos de la Gestalt hablaban de la pregnancia refiriéndose a las percepciones visuales... ¿has visto los múltiples ejemplos de ilusiones ópticas?, percepciones visuales que nos engañan, que nos muestran UNA solución a un estímulo visual ambiguo como si fuera LA solución... aún cuando es una solución equivocada, aún cuando da la clara sensación de ser la verdad. ¡Cuanto más puede pasar esto ante situaciones sociales y de vida más complejas!, pero me parece cierto que en una gran cantidad de situaciones las personas reaccionamos a estas soluciones automáticas (con pregnancia!) como si fueran verdades indiscutibles: ¡cuantas veces he visto a grupos de personas estar completamente seguras de sus opiniones simplemente porque tienen pregnancia para ellas!, ¡cuantas veces me pasa a mi mismo todos los días!.
Dice entonces el quinto acuerdo... ¡se escéptico!... ¡no te creas las cosas tan fácilmente!, ¡ni siquiera te creas tan fácilmente a ti mismo!. Me parece que si llegáramos a este acuerdo serían más fáciles las negociaciones, la amistad, el amor... la paz... tanto de forma interna como externa. Lo intentaré.
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