lunes, 9 de mayo de 2011

¿Tu eres lo que manejas?

Hoy fui testigo de dos extremos. Mientras escuchaba una guía de meditación que me instaba a cesar la identificación con mi cuerpo, mis sensaciones, mis emociones y mi pensamiento; veía un anuncio espectacular que me sugería lo contrario: '¡Tu eres lo que manejas!'... identificarme con la marca y las características del auto que poseo y manejo.
Pienso que en esta época es muy fácil identificarse con cosas como el tipo de ropa que se usa, lo que uno estudia, la música que tenemos en el iPod o en la colección de CDs... el coche que traemos o lo que colocamos en el muro de una red social.
¿Que pasaría si decidimos darnos cuenta que no somos lo que manejamos, ni lo que escuchamos, ni lo que leemos, no lo que vestimos o comemos? ¿que no somos nuestro trabajo, nuestros títulos o la pareja que tenemos?... creo que es fácil darnos cuenta que no somos diferentes si cambiamos los rines de nuestro auto, pero: si es obvio que no somos nuestro coche o nuestra ropa... ¿por que habríamos de ser nuestro cuerpo o nuestras emociones?, ¿por que seríamos nuestros pensamientos?... ¿Quien somos?, ¿que queda?

1 comentario:

  1. Hola Andres,
    Que te parece el siguiente razonamiento:
    si la frase "Pienso, luego existo" es válida, entonces yo existo porque pienso. Mis pensamientos me permiten existir,existo y soy porque pienso.Lo cual nos puede llevar a decir que soy lo que pienso. Lo que tengo es un producto de lo que pienso, pero no soy lo que tengo. En al Biblia dice: "Si existe algo bueno o digno de alabanza, en eso pensad"

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