domingo, 3 de junio de 2012

No te salves de la incertidumbre

La certidumbre, todo saber terminado e inflexible, alivia la ansiedad ante la incertidumbre pero obtura la realidad y limita nuestras posibilidades... el precio de salvarte de la incertidumbre es el de perder tu libertad y disminuir tu capacidad de enfrentarte gozosamente a las vicisitudes de vivir. ¡No te salves de la incertidumbre!...

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo...

(Mario Benedetti)





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